Supuestas lecturas

domingo, 15 de enero de 2012

Anhelo de brasiles

El oído descansó
del ansia de tu deseo
que ya ni te molestas en ocultar
en nuestros minutos de gloria.
El oído descansó,
pero ¿yo?
No lo hice.
¿Razón?
Nostalgia de tu voz.